Shangai, 26 de mayo de 2009
Pues mucho me temo que con la censura hemos topado. El motivo por el que ha pasado tanto tiempo desde que realicé la ultima entrada en mi blog no es otra que ya no puedo acceder a él y desconozco la razón, aunque la intuyo. En realidad no es solo mi blog, si no que Blogger, la herramienta de Google para crear blogs, ha dejado de estar disponible en la Web China, y ya me han confirmado que no hay ninguna dificultad en España o en otros lugares de Asia para conectarse con total normalidad. Los blogs dan la libertad a que cualquier persona ofrezca una opinión sobre cualquier tema y lo cuelgue en la red, abierto a que todo el mundo pueda leerlo y comentarlo. Son muchas las páginas Web a las que no se puede acceder desde China, y es probable que Blogger haya sido la siguiente en caer, aunque me gustaría estar confundida.
Aquí uno no se mete en problemas a no ser que se manifieste o se muestre disconforme respecto asuntos relacionados con el régimen. Los chinos, aparentemente, se muestran bastante satisfechos con el sistema y si no lo están, desde luego no lo dicen, bien porque no se atreven o bien porque no son lo suficientemente activos y prefieren optar por lo opción más fácil, que es conformarse con la situación que les ha tocado vivir. Da la impresión que se dejan llevar por las circunstancias y que nadie cuestiona nada ni a nadie.
La censura no solo existe con la información que llega a través de Internet o la prensa extranjera, también es evidente con las noticias locales, donde la propaganda política es constante. Por ejemplo, cuando hace un año ocurrió el terrible terremoto en Sichuan, la televisión no paraba de mostrar imágenes del ejército ayudando a la gente y haciendo lo imposible por rescatar a los supervivientes, y aunque yo no podía entender lo que decían en chino, sí comprendía el mensaje que se transmitía. Hace un par de semanas ha sido el primer aniversario de esta hecatombe y parece ser que la población de esa zona se encuentra descontenta en como ha evolucionado la reconstrucción de las zonas destruidas por el seísmo y porque las ayudas han sido muy insuficientes. TVE trató infructuosamente acercarse a una de las áreas aniquiladas por el terremoto para realizar un reportaje y la policía no solo se lo impidió, si no que les amenazaron y hasta golpearon a algún miembro del equipo. Esto lo sé porqué lo pude ver a través del canal internacional de TVE que contaban lo sucedido. De China solo se conoce lo que China quiere que se conozca, tanto dentro como fuera de sus fronteras.
Aunque también hay que decir que en España se hace una clara propaganda política en las televisiones, dependiendo de la cadena y de su afinidad política. Las noticias pueden percibirse de forma muy distinta según el canal de televisión que ofrezca la información y en la mayoría de los telediarios no comunican la noticia de forma objetiva, que es como debería de ser, sino creando opinión, cuando eso debería ser exclusivo de aquellos programas de debate y de opinión.
Un día que me dirigía con mi coche al centro de Shanghai me sucedió algo curioso, ya que yo conocía perfectamente que la salida que tenía que tomar para llegar a mi destino era Tibet lu, o sea, calle Tibet, pero para mi sorpresa esta vía había dejado de existir de la noche a la mañana. Con motivo de las Olimpiadas y de las revueltas acontecidas en el Tibet, decidieron que era mejor cambiar el nombre de la calle por otro que no haga pensar a la gente sobre esta conflictiva zona.
El pasado jueves conocí a una chica española, que tras dos años viviendo en Shanghai ya se marcha de nuevo a Barcelona. Antes de venir a aquí estaba trabajando para la UNESCO, en temas relacionados con los derechos humanos. En el consulado de China en España le informaron que para que le dejaran desplazarse con su marido, que es quién tenía la oferta de empleo de expatriación, tenía que declarar en la solicitud del visado que era ama de casa porqué si no corría el riesgo, más que probable, que le negaran el permiso de entrada o que le pusieran a alguien vigilándola las veinticuatro horas del día.
Por otro lado, tengo que reconocer que existe algo muy positivo, que puede ser consecuencia directa de ese temor generalizado que hay aquí a sacar los pies del tiesto, y es que este es un país en el que se respira seguridad y eso es algo que se agradece. Uno puede salir a la calle sin temor a que te pase nada, aunque por supuesto, como en todas partes hay ladrones y se cometen crímenes, pero nada comparable a otros lugares, incluyendo nuestra querida España. Hay cámaras de vigilancia por todos lados, que lo controlan todo, el tráfico y las personas, y uno se siente como en Gran Hermano, constantemente observado por el ojo que todo lo ve, siendo esa es la cara y la cruz de la seguridad. A mi es algo que personalmente no me molesta en absoluto, porque pienso que hoy en día son muy poquitos los países en los que existe esa sensación de tranquilidad y ese es el precio que hay que pagar por ello. Es muy grato poder pasear a cualquier hora del día con tus hijos sin miedo alguno, siendo nuestra mayor preocupación que nos saquen fotos o nos observen como si fuéramos extraterrestres.
Retomando el tema del blog, esto es lo que hay, pero no me resigno. He tenido la gran suerte que mi cuñada Isa se ha ofrecido voluntaria para subirme las entradas desde España, y esta la primera vez. Gracias, Isa, porque la verdad que no tenía yo muy claro como iba a darle continuidad , y ya que me había costado tanto decidirme a escribir, ahora me daba mucha pena retirarme cuando apenas he comenzado. Para los mal pensados, sinceramente no creo que haya sido mi blog el desencadenante del veto chino a Blogger, si es que lo ha habido, entre otras cosas porque no hablo de política en ningún momento y, desde luego, es algo que no tengo en mente, porque no merece la pena meterme en líos innecesariamente. Se me quitan las ganas solo con imaginarme como serán aquí las cárceles chinas y tampoco resultaría muy agradable que nos “inviten” a marcharnos del país.
Por ultimo, querría aclarar que os narro nuestras experiencias tal y como “yo” las vivo y las siento, es decir, desde un punto de vista totalmente subjetivo. No pretendo que esto se asemeje a un libro de texto sobre China, los chinos y su cultura, aunque sí es verdad que en algunas entradas me he tenido que documentar para escribirlas. Y aunque en algunos aspectos parezca un poco crítica, tampoco es mi intención, al fin y al cabo nosotros somos los extranjeros aquí y los que nos tenemos que adaptar a este tipo de vida con todas las consecuencias. Entiendo, y me parece totalmente normal, que haya personas que no estén de acuerdo con mi forma de pensar o con lo que cuento, pero los blogs están para crear opinión, o estaban hasta ahora, ¿o no?.
4 comentarios:
Bueno, pues vuelve el blog de En el planeta China, aunque haya que colgarlo desde El Planeta Torremolinos, je,je. Así que ha seguir disfrutándolo.
Hola a todos, soy Tarita, he tenido yo misma que colgar el blog de mi antigua ama, ¡Qué haríais sin mi!
Gulimoling!!!! Bienvenío er bloh der planeta shina. Enhorabuena a las dos cuñás por haber resuelto el problema, algunos ya andábamos con "mono" de nuevos episodios. Y mira tú la Tara Jessica Parker, que calladito se tenía su dominio de la informática.
De todas formas, yo creo que quien te ha fusilao el blog es el chino de las carreras, que le has roto el negocio de la reventa. Sigo ofreciéndome voluntaria para ayudarte a buscarlo. Muchos besos, co-editoras.
¡Qué alegría! Y lo echaba de menos porque es un relato sensacional.Así, pues, ánimo y desde donde sea, Torremolinos o Carrefour haz el favor de seguir contandonos cosas de China. Besitos.
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