miércoles, 27 de mayo de 2009
La censura y la seguridad
miércoles, 6 de mayo de 2009
Siesta ... ¿española?
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjW9S7toJzRIaoC460U-u4-J5K80OmFvnWWpNRqY6zEFDeAqCxFMBAg-n2wcGIqmVxMcyOP25KS0hB_fhhvf4FVPK6ggcKOapUlTX67Tnwz2-8woFoh78qAxtsmzreKzSQ1Zpxg2vUFd6M/s320/cherry.jpg)
jueves, 30 de abril de 2009
Un día en las carreras
lunes, 20 de abril de 2009
El Día de Todos los Santos chino
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhI97CI5jS9uwMM0Vyextae6Cp5_dwh6UWS3PGEdAjoiV_m7N76FJMaZ1jFRGTFOhCYLnAo_QATk1MmqGbD3K-UT4eVNhu6mrZA-0GG77iOFjmDOhzof0TCEjbFLyRax10YwraHJblNq8g/s320/tomb+sweeper.bmp)
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-hJMOYx2OhgIkt0ZzqBHjhrJha0SexosSUY4advvKX42cC890SRT6fwMPGG_DQgBsItHB52H-NhdkmA99DyPr0RJ4pj85a6TKkW3Yr_yinMXGltS3UBVvhyphenhyphenQ-yHp1wuuanPHqu59SNOM/s320/Yongfu+Cementery.bmp)
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjM4Z4i1mUw1iL-3PdVl_Bnvbd0W6zYSneiL27p3SN1O8OUDxJ1HVrkFFXF-XXG2AEVHqAymX44GU_-nYpZwgomgoDBCcwDJcL2745vmfDZseeimJVTCiHut1gwe4DB9LH8YxioyOOgXtE/s320/cementerio2.jpg)
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9OTmUoNzx_Ba4iIF8XxFqQLIf4uZvOJAgvsZO8xO5VDZS_2STQoa09-D3xpilnj7Kf_1Ma9UWGyJVWYmJWGbnqB_kbDFSF5ohGWfPLP9VPILgFZ_BG1nXo1omC1ukoNZtaYBylo7sVIg/s320/cementerio.jpg)
miércoles, 8 de abril de 2009
Enfermedades raras y mosquitos
Ante todo me gustaría pedir disculpas porqué la semana pasada no cumplí con mi compromiso de publicar una entrada en el Blog. No he tenido tiempo y los motivos han sido, primero, que continúo sin poder caminar, con mi maltrecho pie aún escayolado y, segundo, que los peques han permanecido en casa debido, precisamente, a una de esas enfermedades raras. A Dios gracias, los nenes están bien, pero en las tres últimas semanas ha habido tres casos de HFMD (Hand, Foot and Mouth disease) en su colegio. Es la enfermedad de las manos, pies y boca, que solo se suele dar en esta parte del mundo y nada tiene que ver con la llamada enfermedad de las manos y pies, que conocemos en Europa y es producida por el ganado.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglYQIsEvOO4-EkvlqPAZbk_unJiF6_CbP7526sjjz34GSnwGEyv46Fbk9OU3hd5vaNjeSxm01Rdhyphenhyphen3Akq8CE0bGk2qr-kiyxr6lSQVJjlBg3JdzcEklfOZi6fU7gd7qSYd-6MOuGc-bsM/s320/rabia2.jpg)
En este momento, la enfermedad a la que tengo más aprensión es la rabia. Desconocía por completo que si se es mordido por un animal que tiene este mal y uno no se ha vacunado, por desgracia se está condenado a una muerte segura, bastante desagradable, que sucede en poco más de veinticuatro horas. Si se tiene la suerte de haberse vacunado, se debe acudir inmediatamente a un hospital para que te inyecten un antídoto, porqué si no también es muy probable que se pase “a mejor vida” (nunca entendí está ridícula expresión).
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjR_D5H7frGYnjZ9JLwJaswegjA5ciwVBZuOmCd1fls7rIGUvq4os2gjBkb_J2tuw4drpjqpZV6pWNQ9417vyD0Z3MS8sZ7p0UOAwh044mVNQMoZtxi_RNbf1acw0G8I7GB2nWMlUUtLQo/s320/rabia.jpg)
En Shangai el riesgo en contraer la rabia es relativamente bajo, pero en cuanto uno se desplaza a zonas un poco más rurales, o sea, a cincuenta kilómetros de aquí, se pueden encontrar desagradables sorpresas.
Los dos meses previos antes de mudarnos a Shanghai nos inyectamos mil y una vacunas, parecía que aquello no tenía fin: rabia (tres dosis), encefalitis japonesa (tres dosis), hepatitis A+B (dos dosis), tétanos, difteria, gripe y seguro que se me olvida alguna que otra. Es cierto que la amenaza de contagiarse con alguna enfermedad rara o que se consideran erradicadas en Europa, como la hepatitis A, es mucho mayor. Con esto no quiero asustar ni desanimar a los que tenéis pensado venir a China, porqué hay que asumir que el riesgo que se corre en padecer una de estas enfermedades es el mismo que viajando a cualquier otro país asiático. Desde luego, el peligro tampoco puede ser igual cuando se reside aquí, como nosotros, que si se viene a disfrutar un par de semanitas de vacaciones.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEheM_fwagmkzM2_QNrFlUyCjaXby5zjvz1FC_9SaUiKGpmdEqvj-DgELWwGT_NI3qYxUJqJQvOukBpjfiuPclt69Ekg2DojsHqRty9DRuYpNSJHKHpiaUI476s5LPw8p9oUEmO_Bghk1aw/s320/images.jpg)
Una fuente portadora de innumerables enfermedades son los mosquitos y es, sin ninguna duda, lo que menos me gusta de vivir aquí. Disfrutamos de seis meses, desde octubre a marzo más o menos, sin preocuparnos de estos asquerosos insectos. En el instante que empieza a hacer un poquito de calor y con la humedad tan elevada, aparecen cientos, miles, de todo tipo, tamaño y forma. En España apenas yo sí diferenciaba entre dos clases de mosquitos: los pequeños y los grandes, que si los espantas o tratas de matarlos, normalmente dejan de molestarte. Aquí son terriblemente agresivos y yo diría que hasta listos, o acabas con ellos o acaban ellos contigo y tu cuerpo queda repleto de grandes ronchones rojos que pican hasta la desesperación. En especial, hay unos mosquitos terribles, llamamos tigre, porqué en su cuerpo tienen rallas blancas y negras, que producen unas picaduras enormes que perduran muchos días, incluso semanas. Da igual que los intentes matar, parece que no les importa porque te siguen acosando sin piedad, son extremadamente rápidos y, sobre todo, te atacan por la espalda y en las piernas, para que no les puedas ver. A su lado, los mosquitos españoles son bobos.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrS01XkT-yjMS1m4ziUvBhnciN_l_PB48K5wzjavCKhVyM35DBXrfUBFefe2oy8HxKAvK_lpngGi5xrZk__XdIelvt_GoUDL85pYYBU7gBzsytTLtt7LVQA4t0B-fZy_znR9LJv68Grfs/s320/mosquitobite.jpg)
Tengo la desgracia que estos bichos repugnantes sienten especial predilección por mi sangre y me acribillan. David, en cambio, tiene más suerte que yo y su sabor no debe resultar tan delicioso a su exquisito paladar. Normalmente, el puede tener una o dos picaduras y yo me llevo el resto. Yo creo que prueban primero a ver que tal, no les satisface el gustillo que deja su sangre y deciden cambiar de victima, o sea, yo. ¡Los odio con todas mis fuerzas!.
Los peores momentos del día son el amanecer y atardecer, donde se ven nubes de mosquitos, primero a lo lejos y luego, cuando te han detectado, alrededor tuyo. En esta casa tenemos un jardín francamente bonito, jardín del que no podemos disfrutar nada más que unas pocas semanas al año. En invierno, porqué hace mucho frío, y en cuanto aumenta la temperatura los mosquitos te devoran vivo y no se puede salir. En la vivienda, hay mosquiteras en todas las ventanas, puertas y sobre las camas. Tan solo no hay en la entrada principal y, en verano, cuando aprieta el calor, una veintena de mosquitos están esperándote ahí, para meterse contigo en cuanto se abra la puerta. Como no se puede evitar que esto suceda, yo tengo mi propio sistema de exterminio, que consiste en dejar un bote de insecticida en la puerta y rociarles antes de abrirla. Entrar, entran los muy desgraciados, pero mueren al poquito tiempo.
Puedo asegurar que es una sensación francamente desagradable cuando al despertarte por la mañana se descubre un mosquito gordo como un cerdo dentro de la mosquitera, que no puede apenas ni volar, lleno hasta las trancas de tu sangre. Todavía no sé como se cuelan dentro, pero el caso es que lo consiguen bastante a menudo; como encuentren el más mínimo resquicio, por allí que se meten. Tampoco sirven de mucho los insecticidas tipo Raiz (aquí también hay esa marca), porqué como no se les rocíe de pleno con el spray, no se mueren y los aparatos eléctricos que se conectan por la noche en los enchufes son totalmente inútiles. Lo más efectivo son unas raquetas electrificadas con las que te cargas los mosquitos a raquetazo limpio, como si se estuviera jugando al tenis. Mueren electrocutados y, a veces, saltan chispas de la descarga que les da. Como yo odio a estos insectos por encima de todo, reconozco que siento un morbo especial al acabar con ellos de esa forma tan cruel. Eso sí, estoy convencida que este tipo de aparatos no pasarían en el mercado europeo la normativa de seguridad vigente.
Ya son pocos los días que restan para untarnos de Aután hasta las orejas; por cierto, que esta parte es también muy importante y conviene no olvidarla, porqué si no se echa crema ahí, es seguro que pican. ¡Si lo hacen hasta en el cuero cabelludo, los muy…!. De todas formas, estas lociones tampoco resultan muy efectivas y es probable que les sepa hasta apetitosa, porqué a mi me pican de todos formas. Es cierto que existen otros potingues más eficaces, pero huelen tan mal, resultan tan pringosos, que da repulsión y hasta vergüenza por la pestecilla que uno desprende. Por otra parte, no se puede vivir siempre embadurnado y dependiendo de guarrerías de este tipo que suelen irritar la piel. Por lo menos, para los niños existen unos parches antimosquitos que digamos que son, más o menos, eficaces y se puede controlar las picaduras.
Mosquitos españoles, como os echo de menos…
jueves, 26 de marzo de 2009
Wô jiésháo yíxìa
Estoy muy contenta que el Blog os haya enganchado o, al menos, es lo que decís. Espero que no estéis mintiendo como bellacos solo para quedar bien conmigo. Me he dado cuenta que escribo como si todo el mundo nos conociera, pero a parte de la familia y los amigos, parece ser que hay más gente que se ha animado a leer mi Blog, ¡qué valor!. Muchas gracias a todos, porqué eso me da ánimos para seguir contando historias desde este planeta.
Para aquellos que no nos conocéis “Wô jiésháo yíxìa”, o sea, que traducido del chino significa que voy a hacer una pequeña introducción de mi familia, y también contaros porqué decidimos venirnos a vivir tan lejos de casa. Tenemos dos peques, Adrián, de cinco años, y Claudia, de dos años y medio; David y yo tenemos treinta y tantos, vamos, que los treinta los tenemos cumpliditos hace ya tiempo. En España vivíamos en un pueblo muy cercano a la sierra de Madrid, en San Agustín de Guadalíx, donde nos habíamos traslado hacía poco más de un año antes de mudarnos a Shangai. Lo cierto es que nos sentíamos muy a gusto allí porqué es un municipio bonito, relativamente pequeño, tranquilo y cercano a Madrid. Además, tenemos la gran suerte de contar con unos vecinos maravillosos a los que echamos mucho de menos.
Nuestra vida en España era sencilla y bastante convencional, como la de la inmensa mayoría de los padres con hijos pequeños. Casi todos los días regresábamos a casa del trabajo bastante tarde, si es que alguno de los dos no estaba viajando. No había más tiempo que para preparar la cena, bañar a Adrián y todos a la cama, reventados; ¡un día más!. Durante el fin de semana había que dedicar un día a comprar y, con suerte, podíamos organizar algo con la familia o los amigos, pero poco más. Desde luego, nada excitante. No voy a decir que nuestra vida aquí sea “excitante”, pero si es cierto que disponemos de tiempo libre, hacemos muchas más cosas y podemos disfrutar de nuestros hijos. La novedad nos ha mantenido bastante entretenidos hasta ahora, siendo este un lugar donde nunca dejas de sorprenderte y siempre encuentras algo o alguien que te deja totalmente descolocado.
Recién llegados a Shangai
lunes, 23 de marzo de 2009
Taxis y taxistas
Utilizar un taxi en Shangai puede ser una experiencia memorable, que no siempre grata. El transporte público no es un servicio especialmente desarrollado y, aunque el metro es muy moderno, de momento son muy pocas las líneas disponibles, que solo cubren la zona centro. Para desplazarse a muchos lugares de esta ciudad descomunal, el taxi es el mejor medio de transporte posible, con dos grandes ventajas: disponibilidad, ya que hay gran cantidad de taxis, y precio, al ser relativamente barato; y como inconveniente, que el tráfico es terrible, y llegar a tiempo a una cita puede convertirse en todo un reto.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0gpTUc1-eHcbK-hNp4H8cASVo4EwMhD1RX9Hkrj5KFvvTf1EIwas0rviq3hl7817DSQNhbNHjAEVchH9DOEqJbbuqBg3cRM6UIZEEAxKhM12qW_9NrV9RIQ7Zl5yqlfk9AYYBvD8gxkU/s320/taxi2.jpg)
Los taxis no pertenecen a particulares, si no que hay varias flotas que se distinguen por el color del coche. El 99% de los taxis en Shangai son VW Santana de todas las épocas que ha conocido ese coche, desde el modelo de hace 30 años, que todavía se sigue fabricando aquí, pasando por el Santana 2000, Santana 3000 y, por último, Santana Vista, que es la versión más moderna. Cuando uno entra en un vehículo de esos de hace tres décadas, es como si se volviera al pasado, no solo porqué tienen un diseño muy antiguo, si no por lo incómodos que son. El motivo de que haya tanto Santana es porqué se fabrica en Shangai y resulta más económico que comprar otra marca que no se produzca aquí. Por la misma razón, en Beijing casi todos los taxis son Hyundai Lantra. Es muy caro comprar cualquier coche que no se fabrique en la provincia en la que uno vive.
También hay algunos taxistas, los menos, que son ilegales, con turismos normales y corrientes, pero que guardan el taxímetro en la guantera o que acuerdan directamente un precio con el cliente. De hecho, en nuestra urbanización hay uno, pero la verdad que se agradece poder ir en un VW Passat limpito y cómodo, con su tapicería de cuero. ¡Aquí eso es todo un lujo!.
Como ya conté en mi anterior entrada del blog, la limpieza no es una virtud que caracterice a los chinos y, los taxis, por desgracia, no iban a ser la excepción. Suelen estar más limpios por fuera que por dentro, porqué la apariencia externa de las cosas es algo que les preocupa mucho; si el interior está sucio o huele a tigre, no es tan importante. Los asientos están cubiertos con unas fundas blancas, bueno, que lo fueron en algún momento, cuando las lavaron. A mi me llama la atención ver a los taxistas con sus guantes blancos, tanto como las fundas de los asientos, y que a veces están rotos, dejando al descubierto los dedillos por los agujeros.
Los taxistas son una raza aparte de conductores, resultando extraño que respetan las reglas. En Shangai o Beijing son solo relativamente peligrosos, pero nuestra experiencia en otras ciudades no tan grandes, como Hangzhou, es muy mala y estos “profesionales del volante” van jugándose su vida y, lo que es peor, la de los pasajeros. Yo creo que en cualquier lugar del mundo es bastante común que los taxistas sean unos piratillas y muy flexibles a la hora de entender las normas de circulación. Conducen rápido, muy rápido, en comparación con la velocidad con la que el resto de vehículos circulan y no soportan tener a nadie delante, por lo que se pasan todo el trayecto cambiándose de carril para adelantar: por la izquierda, por la derecha, por el arcén, que todo vale. Es como estar jugando a un videojuego de carreras de coches, pero uno está dentro del juego. ¡Como se echa en falta el cinturón de seguridad en los asientos traseros!. Mientras conducen, también hablan por el móvil y fuman como carreteros, con toda naturalidad aunque, por supuesto, esté prohibido.
Cuando en una ciudad el número de taxistas no es suficiente, el gobierno se encarga de reclutarlos en las zonas rurales. Normalmente tienen poca o ninguna experiencia en conducir, y si tienen licencia, es probable que la hayan usado únicamente para transportes por el campo. Por todo esto, es bastante habitual encontrarse con taxistas que no se conozcan la ciudad y no suelen admitirlo, dando mil y una vueltas antes de decidirse a preguntar. Aunque me temo que lo de “no preguntar” es algo inherente al género masculino, independientemente de la cultura o nacionalidad. A veces, solo queda confirmar lo que ya se venía sospechando “yo juraría que esta calle ya la he visto tres veces”, más vale asumir que se está perdido y que no se sabe cuando se va a llegar al destino. Si se es un turista, hay que confiar en la suerte, pero si se vive aquí, es conveniente no tentarla y haberse estudiado bien el mapa antes de salir de casa para indicarles el camino a seguir. Es la única forma de evitar desagradables sorpresas.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhE-qL_GooV7BNHNqBL0UCAu2X8MSxNEG79ULRC504rC5_qjwf-D0Hog77s_iT9gZYCJT9jrJR6F0DYWCiNVq8FOIvP6QHd9m8d-tD2T0xw4Bkww1ez8L3Pp9-hHr-4nPOxH3oKMAtcYJ0/s320/taxis1.jpg)
Los chinos son muy desconfiados y los extranjeros tenemos un problema con los taxistas, ya que muchos no paran al ver que eres forastero, porqué tienen miedo a no entenderte o que tu no les entiendas y no les pagues. Y, desde luego, lo que es seguro, es que no se detienen si ven que se lleva un carrito de bebé. Recuerdo alguna que otra vez que David se ha tenido que esconder con Claudia y el carrito, mientras yo llamaba un taxi con Adrián y, una vez dentro los dos, han aparecido David y Claudia. ¡Muy triste, pero necesario!.
Creo que después de todo esto, ya todos entendéis porqué prefiero conducir mi propio coche…
martes, 17 de marzo de 2009
Restaurantes
![Añadir vídeo](http://www.blogger.com/img/blank.gif)
David ha tenido alguna que otra experiencia con estos platos tan exóticos. La semana pasada le pusieron la cabeza de una vaca entera, cocinada, por supuesto, pero hay que reconocer que a cualquiera nos daría un poco de grima, aunque luego esté todo muy bueno. En otra ocasión fueron canapés de escorpión, ¡deliciosos!, aunque David optó por no probarlos.
Aunque entiendo que a estas alturas a más de uno se le haya podido quitar las ganas de volver a un restaurante chino, tengo que decir en su favor que hay platos muy sabrosos y a mi, en particular, me han gustado muchas de las recetas que he probado hasta ahora, aunque de otras mejor ni hablar... Si bien es cierto que, ante la incertidumbre sobre los ingredientes empleados, intento dejar los escrúpulos para otro momento, y opto por comer y no preguntar demasiado. No es habitual tomar postre en China, ni tan siquiera suele existir esta posibilidad en la carta. Tan solo en los restaurantes más occidentalizados puede haber algún que otro postre, pero tampoco se corresponden con la idea de fruta o dulce que tenemos, si no que son platos bastante extraños para nuestro paladar. Y para terminar, en Shangai, como ciudad cosmopolita que es, es variada la oferta de restaurantes de todas las nacionalidades que uno se pueda imaginar, incluyendo, por supuesto, restaurantes españoles (Las Tapas, La Gran Bodega, Indalo, La Verbena, etc.). En general, almorzar en un restaurante internacional sigue resultando más barato que su equivalente en España, salvo por la carta de vinos, que suelen tener precios prohibitivos. Considero que es todo un lujo poder ir de vez en cuando a alguno de estos restaurantes españoles, darse un homenaje, y disfrutar de una comida típicamente mediterránea y, si se tiene suerte, incluso hablar español…